El rol de un Asesor Financiero
El hecho de que cada generación
vaya a vivir una vida más larga que su generación anterior nos plantea un reto
no menor: mantener nuestro nivel adquisitivo cuando llegue la hora del
retiro. Si sos joven, y por supuesto ni pensas en el retiro, el reto podría
ser llegar a cumplir tus objetivos lo más temprano posible y lograr obtener una
libertad financiera que te permita llevar la vida que soñas.
Nos gusta decir que “el futuro es
el resultado de las decisiones que tomamos en el pasado”. Y cuánto más temprano
tomemos esas decisiones que afectarán nuestro futuro, más temprano nos
encontraremos viviendo esa vida que queremos vivir.
En este reto de mantener un nivel
de vida luego del retiro, o lograr la libertad financiera lo antes posible, una
correcta gestión de tus finanzas es la clave. Sobre todo para quienes vivimos
en Argentina y tenemos el flagelo de la inflación que ataca nuestros ahorros
alejándonos de esos objetivos planteados.
Hasta aquí nada nuevo, pero lo
importante no es si lo dicho se sabe o no se sabe, lo importante es accionar de
una vez por todas y no dejar esa acción para más adelante.
DECISIONES CÓMODAS vs DECISIONES
ACERTADAS
Definimos al ahorro como la
postergación de consumo presente para consumir más en el futuro. Uno debería
analizar la gestión actual de su ingreso y pensar si realmente está cumpliendo
con esta definición dada la inflación actual. Solo a modo de ejemplo podemos
citar que quien hace un plazo fijo con sus ahorros al 37% anual no va a
terminar comprando lo mismo al cabo de un año con una inflación del 50%. Y qué
digo lo mismo, ¡Acabará comprando menos! Pero claro, poner el dinero
a plazo fijo en un banco es fácil y cómodo. Entro al home Banking desde mi casa
y ni siquiera tengo que pensar, un par de clics y listo, ya “invertí”.
Volvemos sobre lo dicho, el
futuro es el resultado de las decisiones que tomamos en el pasado. Debemos
saber que al optar por esa decisión cómoda de hacer un plazo fijo nos estamos
alejando año tras año de esos objetivos planteados y esa vida soñada. Y ni
hablar si esos fondos los mantenemos en el colchón o una caja de ahorros sin
generar ni un mínimo retorno.
No es fácil gestionar los
ingresos ni invertir. En nuestro país no se enseña en el hogar, ni en la
escuela, ni en la facultad. Pero eso no debe ser la excusa para seguir volcando
nuestros ahorros a alternativas que no van a aportarnos la posibilidad de
consumir más a futuro. No nos engañemos.
ERROR DE PARTIDA
Un error muy común es creer que
para comenzar a pensar con una mentalidad inversora, es necesario contar con un
capital, un ahorro, el producido de la venta de algún bien, o una herencia
recibida.
No es necesario
contar con ese capital inicial para convertirse en inversor, y ese es el error
conceptual que suele limitar a las personas a comenzar a tener una mentalidad
financiera ganadora.
La clave pasa por formar un nuevo
hábito respecto al manejo de nuestro ingreso. Y no hay un monto mínimo para
comenzar, en esto no hay que autolimitarse ni tener vergüenza si lo que se
puede ahorrar mes a mes es una suma muy pequeña. Se empieza a caminar con un
paso.
Esa pequeña suma que podamos
apartar ni bien cobramos nuestro ingreso, y destinarla a invertir, va a hacer
que mes a mes nos acerquemos más a nuestros objetivos y nos irá ordenando
financieramente. Pero cuidado, no se trata del ahorro como muchas veces nos
enseñaron, de la vieja alcancía, la caja de ahorro o hasta incluso el plazo
fijo. Guardando de esa manera parte de nuestros ingresos seguramente no
estaremos postergando consumo presente para consumir más a futuro sino al
contrario.
Muchos
prefieren esas alternativas por miedo a correr riesgos en otras, y están
dejando de ver el riesgo inflacionario que se consume silenciosamente todo lo
ahorrado.
Invertir es proteger e
incrementar el patrimonio. Proteger de la inflación, del aumento del
dólar, del desconocimiento, etc. E incrementar para llegar a esos
objetivos de corto, mediano y largo plazo.
EL ASESOR FINANCIERO
Es por todo lo visto
anteriormente que el rol del Asesor Financiero cobra importancia. Un buen
asesor en primer lugar se ocupará de conocerlo, cómo es su personalidad ante
las inversiones (perfil), cuáles son sus objetivos, sus ingresos, y en base a
eso sabrá explicarle desde cero las distintas alternativas para canalizar sus
ahorros hacia instrumentos variados, y así cubrirse de los riesgos de
inflación, devaluación, y sobre todo el riesgo de operar sin conocimiento.
Se suele buscar
ayuda en personal trainers, coaches, profesores, psicólogos, abogados, asesores
de todo tipo y de todas las áreas, pero poco o nada se suele recurrir a
asesores financieros. Como si el manejo de las finanzas fuera algo fácil.
Sin duda que gran parte de esta
situación tiene su génesis en la falta de educación financiera que tenemos en
nuestro país, pero parte también es responsabilidad de nosotros, los asesores,
quienes no hemos sabido llegar a todas las personas con una explicación clara
que genere interés en el tema. Después de todo, ¿a quién no le interesaría cumplir
sus objetivos y tener la vida que soñó?
A un buen asesor le conviene que
a su cliente le vaya bien no solo una vez, sino siempre, en forma constante. Y
acompañar al inversor durante todo el trayecto no para crear una dependencia,
sino para guiarlo en el camino y enseñarle todas las herramientas financieras
para que lleguen a valerse por sí mismos.
Así como alguna vez seguramente
tomó la decisión de empezar el gimnasio, tomar una clase de alguna actividad
que le guste, asesorarse con profesionales en distintas materias, es momento de
dar ese paso de asesorarse para organizar sus propias finanzas. Entendemos las
resistencias que esto pueda tener, miedos y falsos mitos, pero todo eso se
supera aprendiendo. Es mucho más fácil de lo que se cree.
NOSOTROS
Hablamos del rol de los asesores
financieros en general, déjenos contarle ahora sobre nosotros en particular.
Nos gusta mucho enseñar y dedicar
todo el tiempo necesario para que la educación financiera sea algo que todos
tengamos incorporado. En Momentum queremos que el camino de ahorrista a
inversor no lo transite solo, y por eso lo acompañamos desde el punto de
partida. La relación se inicia con una charla en donde se hablará de su perfil
de inversor y objetivos. De acuerdo con lo que surja de esos encuentros, elaboraremos
una propuesta de gestión para sus ingresos y ahorros SIN IMPORTAR EL MONTO
NI LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS. El único requisito es tener ganas de ser
mejores financieramente.
Acompañarlos como inversores
desde el punto de partida implica también ayudarlos en la apertura de una
cuenta de inversión, la transferencia de los fondos, y el armado de una cartera
diversificada acorde al perfil. Y no se asuste con la palabra “cartera”, quítese
ese perjuicio de que cartera tiene solo instrumentos de riesgo como las
acciones. Hay activos para todas las personalidades, y lo más importante es que
pueda organizar sus finanzas en el tiempo, generar un hábito, e incrementar su
patrimonio pero sin que esto le quite el sueño.
No manejamos su dinero ni tomamos
nosotros las decisiones de inversión. En todo momento los fondos lo manejan
ustedes mismos, con nuestro asesoramiento, y con todas las herramientas que
vayan aprendiendo sobre la marcha.
👉 Ser inversor no se nace, se hace.
El camino lo haremos juntos pero debe iniciarlo usted con una decisión. Llegó
el momento de no dejar pasar más el tiempo y por fin accionar. Lo esperamos.