Armado y Gestión de Carteras
En este artículo veremos los
parámetros teóricos a tener en cuenta para un correcto armado de una cartera de
inversión de largo plazo y su gestión. Sobre el final, analizaremos cómo dicha
teoría podría aplicarse a nuestra realidad local.
UN POCO DE TEORIA
Si bien el armado de una cartera está
en función del perfil del inversor, su edad, sus ingresos, su objetivo y
horizonte temporal, entre otras variables, existe cierto consenso en la teoría
de finanzas que una correcta cartera debe llevar la forma de una pirámide
compuesta por tres partes, según la siguiente composición: RENTA FIJA, RENTA
VARIABLE y ESPECULACIÓN.
Los porcentajes asignados son un
tanto arbitrarios dado que este articulo esta destinado a todo tipo de inversor
independientemente la edad, perfil, y todo lo que ya se dijo. Lo que sí debe
quedar en claro es que la base del triángulo tendrá la parte más conservadora
de la cartera, lo que dará una base sustentable y segura. Y a medida que nos
movemos hacia arriba en el triángulo, vamos a ir asumiendo un poco más de
riesgo en búsqueda de una rentabilidad mayor. Pero siempre, y en todo tipo de
perfil de inversor, deberá haber instrumentos de estos tres tipos, con el
porcentaje asignado según su relación con el riesgo.
La teoría suele colocar en la
base de la pirámide a la RENTA FIJA, en la parte central a la RENTA
VARIABLE, y por último y en una menor proporción, a la ESPECULACIÓN.
Dependiendo del perfil de cada
inversor, aquellos mas conservadores asignarán mas porcentaje a la base del triángulo,
mientras que los perfiles mas agresivos se animarán a asignar mayor peso a los
niveles superiores.
Repasemos qué dice la teoría para
cada uno de los niveles mencionados.
En RENTA FIJA, ubicamos
aquellas inversiones más bien conservadoras, que como su nombre lo indica
reportan un rendimiento fijo, el cual permite ser conocido de antemano. La
teoría incluye en este escalón de la pirámide por ejemplo a Bonos (sean
públicos o privados), Plazo Fijos, Letras, Fondos Comunes de Inversión sin
riesgo y cauciones.
Podrían incorporarse además a
esta base del triángulo, inversiones inmobiliarias que generan una renta por
medio del alquiler.
Si bien la compra de moneda
extranjera no es considerada inversión para la bibliografía clásica de finanzas,
todos sabemos que en Argentina comprar dólares para atesoramiento, y esperar
que el paso del tiempo haga su trabajo, ha sido, es y probablemente será: Una
buena Inversión. Más aun cuando la mayoría de los gastos en bienes de capital
que uno busque hacer a lo largo de la vida, estarán ligados al dólar, o incluso
viajar.
Un escalón más arriba nos
encontramos con la RENTA VARIABLE. En esta parte de la pirámide lo que
se busca es obtener un rendimiento mayor al de renta fija, para lo cual se debe
estar dispuesto a asumir también un riesgo mayor. En esta sección podemos
ubicar a acciones de empresas de primera línea, CEDEARS, Fondos Comunes de
Inversión dólar linked, Fondos Comunes de Inversión ajustados por inflación,
etc. El objetivo a buscar en este área será el de aportar un rendimiento
superior a las inversiones conservadoras y tradicionales, pero sin asumir
grandes riesgos en el intento. Como hemos visto en artículos anteriores, el
riesgo de una cartera de inversión puede manejarse.
Por último, y en una proporción
menor en la punta de la pirámide, se ubica la ESPECULACIÓN. En este
extremo superior ubicamos “el permitido” de nuestro capital destinado a
inversión. Aquí somos conscientes que vamos a correr un riesgo mayor a lo antes
visto, pero estaremos dispuesto a asumirlo en pos de obtener rendimientos
también mucho mayores. Ejemplos de activos especulativos podríamos mencionar
las criptomonedas, acciones de empresas de países emergentes (caso Argentina y
China por ejemplo), acciones de empresas en crecimiento y Fondos Comunes de
Inversión compuestos por acciones.
Hasta aquí presentamos cómo
quedaría armada nuestra cartera en forma de pirámide, ahora pasaremos a ver cómo
se gestiona.
GESTION DE LA CARTERA DE LARGO
PLAZO
Lo ideal es mantener los
porcentajes. La pirámide se debe controlar una vez al año y revisar cómo se
mantienen los porcentajes asignados al momento del armado de la cartera. Si
supongamos nos va bien con la ESPECULACION, lo que exceda del 10% asignado a
esta parte de la cartera, deberá venderse y pasarse al escalón siguiente de
abajo. Si RENTA VARIABLE esta excedida también en su porcentaje gracias a un
buen rendimiento, ese excedente lo pasaremos a RENTA FIJA. Con este movimiento
desde arriba hacia abajo en la pirámide, lo que hacemos es tomar las
ganancias obtenidas en activos con mas riesgo, y llevar esos beneficios a la
base de la pirámide para asegurarlos y no volverlos a arriesgar. Este
proceso de control de porcentajes y traspaso entre los distintos niveles de la
pirámide se llama REAJUSTE DE CARTERA.
¿Qué sucede si en cambio nos va mal? En primer lugar, debemos chequear nuestro método no solo de selección de los instrumentos, sino el sistema de inversión utilizado. Si la cartera elegida de renta variable y especulación no da los resultados esperados, deberíamos controlar la diversificación aplicada a la misma y sobre todo el sistema o plan de inversión adoptado, dado que un correcto plan siempre buscaría recortar las pérdidas tan pronto como son conocidas y dejar correr las ganancias tanto como se pueda.
Como en tantos ámbitos de la vida, en nuestras decisiones de inversión es también muy importante aprender de nuestros errores. Para esto va a ser fundamental detectarlos, no tratar de olvidarlos y mentirnos a nosotros mismos, y lograr identificar en qué fallamos al momento de elegir dicho activo, o si no supimos salir a tiempo recortando una pérdida.
ADAPTEMOS LA
TEORIA A NUESTRA REALIDAD
RENTA FIJA (o en Argentina podríamos renombrar a Zona Conservadora)
Me imagino que estará pensando,
50% en bonos en un país como Argentina, es correr un riesgo extremo con el
mayor porcentaje de mi cartera. Y tiene razón. Por eso dijimos antes de
desarrollar el tema, que era “teoría”. Claramente los libros en que nos basamos
para escribir esto no fueron escritos por estos lados donde aprendimos palabras
como “default”, “canje”, “megacanje”, “quita”, “reperfilamiento”, etc., que nos llevarían
a poner en riesgo la mayor parte de nuestros ahorros.
Ahora bien, nos sirve el concepto
para adaptarlo a nuestro contexto y nuestra historia.
En principio uno podría decir que
esa base de la pirámide que carga con el 50% de la cartera, podría estar
compuesto en su totalidad por DOLARES. En Argentina, dada la debilidad de
nuestra moneda, tener dólares billetes es una “inversión” mal que le pese a los
grandes autores. Total, ninguno de ellos nos va a leer seguramente.
Por supuesto que la mera tenencia
de moneda extranjera ya sea bajo el colchón o en caja de seguridad, estará
expuesta a la inflación en dólares, y no ponerlos a trabajar hará que esos U$S
1.000 por ejemplo que tenemos en un determinado momento, con el paso del tiempo
sigan siendo U$S 1.000 sin rendimiento alguno. Tampoco aplicaría tener dolares
al concepto de Renta Fija que estamos tratando, ya que la tenencia de moneda no
genera renta. No desconocemos la teoría, pero nuestra historia, incluso la no
tan lejana, esta cargada de ejemplos en los que quienes mantuvieron los dolares
guardados hicieron buenos negocios, y ni que hablar del poder de negociación
que otorga el hecho de tener los dolares físicos al momento de comprar un bien
de capital que están valuados en esa moneda.
Un perfil mas bien conservador
podrá llenar esta base de la pirámide con dólares comprados via DÓLAR MEP por
ejemplo, sobre el cual escribimos un artículo no hace mucho. Y para quienes
quieran además poner a trabajar esos dolares, si bien no hay muchas
alternativas de bajo riesgo para ello, podemos mencionar a los Fondos Comunes
de Inversión nominados en dólares como una alternativa conservadora. Los mas
arriesgados encontrarán la posibilidad de ponerlos a rendir en una Obligación
Negociable.
Otros instrumentos en pesos que
se pueden sumar a la tenencia de moneda extranjera son los FCI dólar linked o
ajustados por CER como dijimos. Un mix entre ambos le permitirá proteger sus
ahorros de una eventual devaluación de la moneda y también de los efectos de la
inflación.
No mencionamos aquí a la
inversión en inmuebles porque requiere una inversión mucho mayor, pero bien
podría incorporarse.
Respecto a los plazo fijos, en
cualquiera de sus modalidades (tradicional o ajustados por UVA), los mismos
pueden ser incorporados en esta parte de la pirámide. Lo que deberá tenerse
presente es que el plazo fijo en UVA que es el único que puede al menos
empatarle a la inflación, solo puede ser retirado a los 90 días y no 30 como el
tradicional. De este último no vamos a hablar ya que viene perdiendo hace mas
de un año contra la pérdida de poder adquisitivo de la moneda.
Dicho esto, ya sabemos a dónde
van a ir a parar los buenos resultados que podamos obtener de la renta variable
y la especulación. Dólares, Fondos Comunes de Inversión de renta fija y si es
de los que duerme mas tranquilo con el plazo fijo, recomendamos el que ajusta
por UVA.
Pero para ir llenando cada vez más
esa base de la pirámide, necesitamos obtener buenos resultados en las dos
primeras partes. Y en eso nos vamos a centrar ahora.
RENTA VARIABLE (Zona Moderada)
Invertir en renta variable
implica no conocer de antemano el rendimiento que se va a obtener. Lo que si
sabemos de antemano, es que estaremos expuestos a cierta volatilidad. A esta
parte de la pirámide deberá asignarle un porcentaje que no le quite el sueño
con el riesgo asumido. Si bien el riesgo como dijimos se puede controlar en
parte, no todos llegan a conocer su grado de aversión al riesgo hasta que se está
dentro del mercado y ve su cuenta de
inversión con números rojos.
Es por eso que recomendamos
comenzar de menos a más. Aunque sea un perfil un poco más agresivo, si está
dando sus primeros pasos en el mercado de capitales, recomendamos empezar de a
poco y en activos menos volátiles, como para conocerse usted mismo su reacción
y su estómago ante los vaivenes propios del mercado.
Tal como vimos en el articulo de
“Gestión del Riesgo”, el riesgo se puede controlar vía una adecuada
DIVERSIFICACIÓN y selección de activos (lo invitamos a repasar el articulo
completo).
Así como mencionamos al dólar
para la base de la pirámide, podemos nombrar a modo de ejemplo para llenar esta
zona a los Cedears, que si bien tienen el riesgo asociado de ser renta variable
que depende de la empresa que se esté comprando, el hecho de estar ligado al
valor del dólar le aporta una cuota más conservadora para quienes quieren tener
sus pesos siguiendo de cerca de la moneda estadounidense.
Una cartera diversificada de
cedears de empresas de primera línea a nivel mundial, de diferentes sectores y
países, sería una buena opción.
Para quienes no quieran asumir la
responsabilidad de elegir y controlar dicha cartera, existen Fondos Comunes de
Inversión de renta variable los cuales tienen acciones en su composición,
aunque de momento solo de empresas locales y no cedears. Eso le aporta un poco
mas de riesgo por el llamado “riesgo argentino”.
Es importante destacar el
horizonte temporal. Cuando nos referimos a renta variable hablamos del hecho de
no conocer de antemano el rendimiento que se puede obtener, a diferencia de lo
que sucede con renta fija. Es por eso que se los considera instrumentos de
mediano a largo plazo. Si tiene un objetivo de corto plazo, no sería una
alternativa conveniente dado que al momento de necesitar su dinero los cedears
podrían estar experimentando una baja.
La estrategia a adoptar para la
gestión de esta parte de la cartera la podemos dividir en dos, según el
conocimiento y tiempo que pueda asignarle.
Una estrategia de administración
activa, en donde forma una cartera diversificada de cedears con un numero de
empresas que le permitan su seguimiento y control (se recomienda entre 10 y 30).
El gestor activo de la cartera sabrá que no se va a ganar con todos los papeles
seleccionados, y deberá ser metódico y firme en cortar las pérdidas cuando
estas llegan a un nivel que le quite el sueño, y dejar correr las ganancias
todo lo que se pueda. Los niveles de pérdida tolerada deberán ser definidos de
antemano, y respetarse una vez dentro del mercado. El primer objetivo en renta
variable es no acostumbrarse a perder. Para llevar una gestión activa de la
cartera se necesita conocimiento y sobre todo tiempo. Mas adelante en
futuros artículos profundizaremos distintas estrategias activas.
La otra forma de situarnos frente
a una cartera de renta variable, para quienes no tienen tiempo de llevar una
gestión activa, es elegir SER INVERSOR como forma de vida. Elegir empresas de
primera línea, que ganan dinero sostenidamente en el tiempo y con expectativas
de seguir haciéndolo, e ir hasta el final con esas compañías. Si la cartera está
bien diversificada, será como tenerla con piloto automático para que nos cuide
ella a nosotros.
ESPECULACIÓN (el permitido)
A esta parte de
la pirámide solo le asignamos el 10% de nuestra cartera. Esto es así dado que
es la parte que se lleva el mayor riesgo asociado, y no estamos para perder
nada. Y le llamamos "el permitido" como en las dietas, ya que acá nos permitimos jugar con activos un poco mas arriesgados ya que estaremos expuestos en un porcentaje mucho menor, que en caso de salir mal no nos golpearía demasiado en el total de la cartera.
El objetivo de la ESPECULACIÓN es
intentar lograr rendimientos mayores a los dos anteriores, para poder ir
generando flujo y pasarlo a los niveles inferiores de la pirámide. Dado que
para buscar un rendimiento mayor nos expondremos a mayor riesgo, este extremo
de la pirámide exigirá una gestión mas activa de los activos seleccionados.
Estarle mas encima como se suele decir.
Con esto no queremos decir que
seleccionaremos los activos de especulación por “corazonadas” o buscando la
“heroica”. Todo lo que se compre se debe conocer, saber explicar qué es, qué
hace, y por qué la compramos.
A modo de ejemplo para llenar el
extremo superior de la pirámide, podemos mencionar activos de renta variable de
países emergentes. Caso China, se pueden incorporar via Cedears y protegernos a
su vez de la variación del dólar. Y también mercado local, seleccionando
empresas argentinas con volumen y liquidez que podrían recuperar en el mediano
largo plazo.
Otra posibilidad a sumar es
empresas de baja capitalización, empresas pequeñas en crecimiento, lejos de
riesgo argentino y vía Cedears.
CONSIDERACIONES FINALES
En este artículo buscamos
presentar cómo armar y trabajar nuestra cartera como un TODO. No colocar el
total de nuestro capital en un mismo tipo de instrumento y riesgo asociado.
Los porcentajes utilizados fueron
a modo de ejemplo, el concepto a incorporar es que todo inversor debería buscar
tener los tres niveles de la pirámide en su cartera. Los más conservadores asignarán
más porcentaje a los niveles inferiores, en tanto que perfiles mas agresivos
podrán animarse a jugar con otra combinación porcentual. Pero el formato de
pirámide debería respetarse y sobre todo la gestión, proteger lo ganado en los
extremos superiores, pasándolo a los inferiores para no volver a arriesgarlo.
Los invitamos a hacer el ejercicio de mirar sus inversiones y armar cómo estaría compuesta actualmente su pirámide. Si necesita algunos ajustes o si hay niveles que no logra llenar, no dude en consultarnos.