Ganarle a la inflación
La idea con nuestro artículo de
hoy es presentarte algunas ideas para darle pelea a la inflación. Pero antes de
eso debemos conocer a qué nos estamos enfrentando. Te vamos a contar qué es la
inflación, cómo se origina y de qué manera podemos invertir nuestros ahorros
para que no pierdan capacidad de compra.
Para comenzar, nos vamos a apoyar
en algunas enseñanzas que supo dejarnos el gran Tomás Bulat, quien desde otra
dimensión (en la cual siempre estuvo) se mantiene más vigente que nunca. Ahí
vamos.
¿Qué es la inflación?
Inflación: La suba
sistemática y generalizada de todos los precios de una economía.
Una definición común, un tanto
fría, a la que a nosotros nos gusta agregarle nuestro toque.
Y para comprender mejor a la
inflación vamos a partir de la definición del Dinero. El dinero es uno de los
grandes inventos de la humanidad, y tiene al menos tres características
importantes:
-
Sirve para comprar y vender bienes y servicios;
-
Sirve para saber cuánto valen las cosas; y
-
Finalmente, como ahorro.
La inflación es ese problema que
viene a acabar con las funciones del dinero. Primero comienza por romper la
función del ahorro, mantener pesos sin invertirlos es tener cada vez
menos capital y poder de compra. En la medida que la inflación continúa
subiendo empezas a perder noción del valor de las cosas, ya no sabes si
el precio que te quieren cobrar por un bien o servicio es caro o barato. Por
último, cuando los precios continúan subiendo, diversas operaciones como la
venta de inmuebles, empresas, autos, maquinarias, reservas de hoteles,
alquileres, etc, se realizan en una moneda que no es la local, porque lo que se
busca es tratar de conocer el valor exacto del bien o servicio objeto de la
transacción. Es decir, ya deja de servir hasta para el primero de los usos, el
de usarse para comprar y vender.
La inflación como puede verse
destruye las funciones básicas del dinero. Y ni contarte lo que hace con las
inversiones. Cuando uno invierte lo hace para obtener una ganancia de capital
que en finanzas se conoce como Rentabilidad de una inversión. Esta
rentabilidad, para medirla en términos reales, debe ser comparada con la tasa
de inflación para ver cuánto efectivamente rindió. Invertir es postergar
consumo presente para consumir más en el futuro, y se debe ganar por encima de
la inflación para que ese consumo mayor pueda darse en el tiempo.
¿Cómo se origina la inflación?
Para conocer el origen te
presentamos la fórmula de la equivalencia monetaria (no te asustes que no te
vamos a dar una clase de matemáticas):
M = P x Q
Veamos qué es lo que nos dice
esta fórmula: M es la cantidad de dinero necesaria para comprar
algo. P es precio, y Q es cantidad. Pensala por un
segundo… ¿Simple no?
Supongamos que queres comprar 1kg
de asado el cual sale $4.000.- El monto de dinero (M) que necesitas para
comprarlo es $4.000, que surge de multiplicar P x Q ($4.000 x 1kg).
Si tenes más invitados a comer y
necesitas comprar ahora 2kg de asado, el monto de dinero (M) necesario
para hacer la compra sería ahora $4.000 x 2kg = $8.000
Y así en la medida que sumes
gente al asado, necesitarás comprar más kilos (aumentar Q), lo que te
lleva a necesitar más M (monto de dinero necesario), además de más
botellas de vino y más lugar en la parrilla.
Pero dejemos de hablar de asado
que nos está empezando a dar hambre, lo que nos dice esta simple fórmula es que
mientras más compras y, por lo tanto, más ventas hay en la economía, más
dinero se necesita.
Esto que parece algo muy
simplificado se puede aplicar a todo un país. Si sabes la cantidad (Q)
de transacciones que hay en un año (compras/ventas) y el precio (P) de
cada una de ellas, obtendrás como resultado la cantidad de dinero que necesita
la economía para funcionar. En la medida que un país crece se produce y se
vende más, esto hace que para que la ecuación se mantenga cada año la economía
necesite más dinero. A medida que la economía crece se necesita más dinero y
eso está bien, ya que a medida que aumenta Q, aumenta M, y la
igualdad se mantiene.
El problema con las ecuaciones
matemáticas es que siempre deben mantenerse. M debe ser siempre igual a P
x Q, y es ahí donde muchas veces radica el problema inflacionario cuando el
responsable de emitir dinero, el BCRA, imprime más billetes de lo que la
economía crece. Matemática pura, en la fórmula M = P x Q, si M
(la cantidad de dinero) crece más que Q (la cantidad de transacciones),
para que la igualdad se siga manteniendo necesariamente deberá aumentar P
(los precios).
Dicho de otro modo, si hay más
dinero en la economía para una menor cantidad de bienes, para que la oferta
satisfaga la demanda la ecuación ajustará por precios.
Por lo tanto, la inflación es un
fenómeno esencialmente monetario. Si no se emitiera en exceso, no habría
inflación.
El fenómeno monetario que termina
originando la inflación es sin duda un problema de flujo. En la medida que un
país gaste más de lo que recaude, ese déficit fiscal necesariamente deberá ser
financiado. Y ¿Cómo puede hacerlo un país?:
-
Pidiendo prestado
-
Emitiendo
-
Vendiendo empresas o activos del Estado.
-
Todas las anteriores
El déficit fiscal es la madre de
la inflación, y decimos esto porque si un Estado se ve obligado a pedir
prestado, emitir, vender activos, o todo eso junto, para financiar un déficit
de caja, nada de esos recursos terminan aportando al crecimiento del país (Q).
Es como si cualquiera de nosotros pidiera prestado para pagar el resumen de la
tarjeta.
Distinto sería el caso si un
gobierno pide prestado para generar inversión, para la infraestructura de un país
(caminos, rutas, puertos, etc.). Ese ingreso de recursos tendrá como destino aumentar
Q manteniendo la ecuación vista.
La receta para frenar la
inflación parece estar escrita en todos los libros. Se necesita crecer y
eliminar el déficit fiscal. Lo difícil parecer ser dar con el profesional que
se decida comenzar con el tratamiento.
¿Cómo darle pelea a la
inflación?
Cuando el número de la inflación
es muy elevado suele pasar que los instrumentos a tasa de interés (el plazo
fijo por ejemplo) queden muy por detrás. Al medir la rentabilidad de estos
activos a tasa en términos reales, es decir comparados contra la inflación del
mismo período, por lo general nos encontramos con rendimientos negativos.
Teniendo en cuenta que definimos a la inversión como la postergación de consumo
presente para consumir más en el futuro, una rentabilidad real negativa
implicaría que no se pueda consumir más sino menos, lo que sería entonces desinversión.
¿Qué hacer entonces? En el
mercado existen instrumentos que en lugar de pagar una tasa de interés, lo que
hacen es ajustar el capital colocado a inversión por un índice que refleje la
inflación. A diferencia de los instrumentos a tasa en donde uno de antemano
puede conocer el monto que va a recibir al vencimiento, con estos activos que
ajustan por inflación no va a tener un numero final concreto ya que dependerá
del curso que siga el índice de precios. Esta pérdida de certeza que a priori
podría ser una desventaja, en los períodos de alta inflación termina siendo una
ventaja toda vez que permiten atar los ahorros al ritmo de la inflación.
Y ¿Cuáles son estos activos que
ajustan por inflación? Básicamente se trata de Títulos Públicos. Bonos emitidos
por el Estado que llegado el vencimiento de los mismos multiplicarán el capital
colocado por el índice que represente la inflación. En Argentina ese índice que
se utiliza para ajustar los bonos es el C.E.R (Coeficiente de Estabilización de
Referencia) que elabora el BCRA. De ahí el nombre con el que se suele conocer
en mercado a estos bonos: Bonos CER.
Como pasa con la mayoría de los
bonos, y los bonos CER no son la excepción, la recomendación para operar estos
instrumentos es mantenerlos hasta el vencimiento. En el medio de la vida de un
bono, irá cotizando en mercado siendo objeto de la puja entre compradores y
vendedores que harán que el precio fluctúe a diario en función de quién negocie
con más fuerza (oferta y demanda). Pero si se mantiene hasta el final, poco
deberá importar esa volatilidad diaria ya que al vencimiento acabará pagando el
capital ajustado por la inflación del período.
Veamos a continuación un cuadro con
los distintos Bonos con ajuste CER vigentes a la fecha de este artículo
(noviembre 2023).
Como puede verse en el cuadro, la
gran mayoría de los bonos con ajuste CER se llaman “BONTE” (por Bonos del
Tesoro) y en el código que define su especie llevan la letra X como
representativo de su ajuste por inflación (TX24, T2X4, TX26, TX28, etc.). Así
como la X nos dice que es un bono con ajuste por inflación, el número al final
nos indica el año en el que vence.
En el cuadro se pueden ver los
datos técnicos de cada uno de estos bonos. A la hora de tomar la decisión
acerca de por qué bono optar se deberá prestar especial atención a la fecha de
vencimiento del mismo (para así respetar la estrategia de esperar al vto.), y
en caso de haber más de una opción con vencimiento similar echar un vistazo a
la TIR (Tasa Interna de Retorno) que representa el rendimiento anual que paga
el bono por encima de la inflación. Para el caso del T2X4 por ejemplo, si uno
compra el bono hoy y lo mantiene hasta el vencimiento obtendrá un rendimiento
de CER + 5.15%, es decir, si la inflación fuera del 100%, el rendimiento final
obtenido sería 105.15%. Paga un 5.15% por encima de la inflación.
Por supuesto que todo inversor
debe saber que al comprar uno de estos bonos esta asumiendo “Riesgo Estado”. Es
decir, el riesgo que implica que el Gobierno cumpla sus obligaciones. En este
punto volvemos sobre un concepto que no nos cansamos de repetir: DIVERSIFICAR.
Colocar todos nuestros ahorros en un único instrumento, por más seguro que
pueda ser, es una estrategia de riesgo. En una cartera diversificada contar con
un bono CER puede ser una buena opción.
Los Bonos Duales que figuran en
el mismo cuadro son otra opción de cobertura. En este caso la cobertura no es
solo respecto de la inflación sino también del tipo de cambio (riesgo
devaluatorio). Estos bonos reciben esa denominación “DUAL” porque llegado el
vencimiento van a ajustar el capital de acuerdo con lo que haya rendido más
entre: Inflación vs Dólar Oficial. La TIR actual de estos bonos se ve negativa
porque ya muestran en precios una posible devaluación del peso. Si el inversor
cree que la inflación va a ser superior a la devaluación, la recomendación es
ir por los Bonos CER antes que por los Duales.
Ahora bien, ¿Qué sucede si no
quiero esperar hasta el vencimiento de los bonos pero quiero protegerme de la
inflación? En este caso se podrían operar los diversos Fondos Comunes de
Inversión de Renta Fija que en su cartera cuentan con una selección de
distintos Bonos y/o Letras con ajuste CER. De esta manera no sólo ganamos en
liquidez ya que se podrá rescatar la inversión en cualquier momento, sino que
además delegaremos la administración de la cartera a los profesionales que
administran el Fondo. Todos los bancos y las distintas Sociedades de Bolsa
cuentan en su familia de fondos con distintas opciones ajustables por CER.
Por último, existe un instrumento
más en la familia de activos con ajuste CER, que son las Letras. Se trata de instrumentos
de deuda emitidos por el Tesoro Nacional, de corto plazo, que pagan el capital
con ajuste por CER. En la actualidad tenemos vigentes dos letras tal como
pueden verse en el cuadro siguiente y suelen ser una buena alternativa para el
ahorrista de plazo fijo que busca invertir sus ahorros a corto plazo. Una vez
más se debe prestar especial atención al vencimiento de la Letra, más allá que
permite su venta anticipada por mercado.

Para terminar, y como decimos
siempre: A INVERTIR SE APRENDE INVIRTIENDO. No hay otra manera, pero además es
la mejor. Conocer y probar los distintos instrumentos, con poco capital,
entendiendo que cada uno de ellos tiene sus propias características y plazos, con
el tiempo nos va a convertir en verdaderos inversores.
No existe un único instrumento
capaz de satisfacer todos los objetivos y perfiles. Por eso debemos conocerlos
a todos, probar cómo funcionan, cómo nos sentimos al operarlos y sumar
experiencia para que cada vez podamos consumir más a futuro. ¡De eso se trata
invertir! ¿No?