Inversores primerizos

 


Viste un par de videos en YouTube sobre inversiones, análisis técnico, y cómo ganarle al mercado. Seguís a expertos en redes (no se si en Finanzas) que dan la receta para hacerte rico en poco tiempo. Venís consumiendo información de ese tipo desde hace mucho lo que te hace sentir confiado como inversor. Y ni hablar si las primeras experiencias que te toquen en el mundo de la bolsa te ubican como ganador. Seguramente en algún punto te vas a decir: ¿Por qué no hice esto antes? ¡Puedo vivir haciendo esto!

¿Te suena familiar? Si es así, bienvenido al efecto Dunning-Kruger.

Allá por 1999 los psicólogos David Dunning y Justin Kruger realizaron un experimento sobre cómo evaluamos nuestras propias habilidades. El estudio reveló que las personas con menos conocimiento o habilidades tienden a sobreestimar sus capacidades, mientras que aquellos más competentes suelen subestimarse.

Básicamente, es como si después de meter un par de goles en el partido de los jueves con tus amigos te sintieras tentado de desafiar al Dibu Martinez en un mano a mano.

 

El experimento original

Se le pidió a un grupo de personas que completaran una serie de tests de lógica, gramática y humor. Luego, se les pidió que estimaran cómo creían que habían rendido en comparación con el resto de los participantes. Los resultados mostraron que las personas que tuvieron peores resultados creyeron que lo habían hecho mejor que el 60% de los demás. Mientras tanto, aquellos que realmente eran más competentes se subestimaron.

A medida que describo el experimento se me vienen a la mente recuerdos de la secundaria en donde uno de mis amigos, siempre muy confiado en los exámenes de matemática, decía que le había ido muy bien en cada una de las pruebas, pruebas que luego llegaban con un 2 de nota. En tanto que ese otro amigo estudioso y exigente consigo mismo, siempre creía que le había faltado más en el examen.

Ahora bien, esto no se trata de burlarse de los que no saben, en absoluto, sino de entender cómo funciona nuestra mente cuando estamos comenzando a aprender algo nuevo.

 

Su efecto en las inversiones

El efecto Dunning-Kruger se manifiesta en muchos aspectos de la vida, pero uno de los terrenos más fértiles para verlo en acción es en el mundo de las inversiones. El mercado de capitales puede verse como un lugar lleno de oportunidades donde podrías ganar dinero fácil, y esa visión es justamente la trampa para los novatos.

Cuando un principiante entra al mundo de la bolsa armado con un puñado de conceptos aprendidos en un video o foro, hay una gran probabilidad de que se sienta muy confiado en el primer mes. Y si tiene la suerte de ver que sus primeras inversiones suben, sus sensaciones de éxito se multiplicarán. De repente, empieza a creer que es bueno para eso, y comienza a hablar con confianza sobre “diversificación de portafolios” y dar consejos financieros a sus amigos.

Pero los árboles no crecen hasta el cielo dice una vieja frase en finanzas, y aquí es donde viene el giro dramático. Eventualmente las cosas cambian, el mercado cae, las acciones bajan, y nuestro héroe inversor comienza a cuestionar todo lo que creía saber. El genio que compraba acciones sin miedo a caídas del mercado, que se sentía amigo del riesgo, ahora se encuentra en una montaña rusa emocional. Este es el momento en que el efecto Dunning-Kruger se desvanece, y la persona se da cuenta de que la bolsa de valores es mucho más complicada de lo que parecía en un principio, y que ese video de YouTube no lo había preparado para eso.

Lo cierto es que ninguno de los dos extremos son lugares propicios para estar, los arboles no crecen hasta el cielo pero las raíces tampoco llegan al infierno. Siempre existe un término medio y es a donde debemos apuntar.

Entonces, ¿qué podemos aprender del efecto Dunning-Kruger aplicado a las finanzas?

Primero, es vital tener humildad al comenzar a invertir. La bolsa es un mundo inmenso, lleno de variables que no podemos controlar y no importa cuánto creamos saber, siempre hay mucho más por aprender. Y además de ser humildes, se debe controlar la ansiedad. Muchas veces nos sentimos tentados por el mercado para comenzar a invertir a lo grande para que el resultado se note. La experiencia y la estadística muestran justamente lo contrario, la mejor manera de ganar dinero en la bolsa pasa por el hábito de invertir de a poco todos los meses, y no todo de una sola vez. Se trata más de una cuestión de hábito, el tema es que ese hábito inversor se debe mantener en todo momento independientemente de si el mercado esté atravesando momentos de euforia o de pánico.

Otra buena forma de evitar caer en la trampa es buscar educación continua, aprender de expertos reales y no expertos en redes sociales, y ser consciente de que siempre existe riesgo en todo lo que se haga. El primer paso para ser un buen inversor es reconocer lo que no sabes y nunca dejar de aprender.

En resumen, si te sentís demasiado confiado después de tus primeras inversiones, probablemente estés bajo el efecto Dunning-Kruger. Pero no te preocupes, no estás solo. Todos hemos estado ahí. La clave esta en recordar que, aunque los primeros éxitos puedan inflar tu ego, el mercado siempre te recordará que es él quien manda. 

Humildad y paciencia son lo grandes aliados, y recordar que como dijo Warren Buffett: “la bolsa es el mecanismo mediante el cual se transfiere dinero del impaciente al paciente”. Así que si queres ganar dinero y construir riqueza, tendrás que aprender a amigarte con el largo plazo más que con los resultados inmediatos.