¡CUIDADO! Inversiones ganadoras en 2022

 


A poco de terminar el 2022, y como suele pasar con cada año que termina, aparecen en los medios y en las redes sociales, las noticias acerca de cómo fue el año para cada uno de los activos en que se puede invertir. Por lo general estas noticias son tituladas como “Las inversiones ganadoras del 2022”, o “Cuáles fueron las mejores inversiones de este 2022”. ¡CUIDADO!

Al repasar todos estos artículos, nos encontramos con que la inversión ganadora en 2022 resultó ser las acciones argentinas, con un índice Merval que registró un aumento del 138%.

Los Cedears, estos instrumentos que permiten desde Argentina, y en pesos, adquirir compañías que cotizan en EEUU, tuvieron un pobre rendimiento el cual promedió un 30% (medido por el cedear del SP500), muy por debajo de la inflación anual.

Si nos fijamos en el dólar MEP por ejemplo, el más representativo quizás de todos los dólares en plaza, el mismo registró un alza del 66% al pasar de $197.52 a $327.94 de enero a diciembre de 2022. También por debajo de la inflación.

El tradicional plazo fijo es otro activo financiero que este 2022 se terminó ubicando por debajo del aumento de los precios. De hecho los medios lo ubican casi en último lugar (el último puesto esta ocupado por las criptomonedas).

Todos estos resultados son verídicos. Las acciones argentinas son las ganadoras de este 2022 y eso no está en discusión. Ahora bien, hay algo que todos estos atrapantes artículos no tienen en cuenta, o por lo menos no aclaran, y es el hecho (fundamental) de que la medición de dicha rentabilidad esta tomada desde el 1 de enero de 2022, hasta el 31/12/2022. Es decir, como si un inversor hubiese invertido en ese activo, en esa fecha inicial, y manteniendo todo intacto hasta fin de año en donde vende para realizar esa ganancia.

Decimos que se trata de un hecho fundamental porque difícilmente se de esa situación de comprar, mantener y vender justo en esas fechas. No se esta teniendo en cuenta los sesgos cognitivos que terminan siendo una trampa mental para los inversores que, en muchos casos, no llegan a mantener inversiones que en un principio no arrojan los resultados esperados al momento de comprar. Veamos algunos ejemplos para dejar esto más claro.

Comencemos con las ganadoras, las acciones argentinas. Todos los artículos en los medios hablan sobre el excelente rendimiento del 138% anual de esos activos para 2022. El número como dijimos es cierto. Pero profundicemos en el desarrollo de esa suba.

Si un inversor compraba acciones argentinas el 01/01/2022, llegado junio de ese año se hubiese encontrado con una pérdida del 2.58% (ver gráfico). Si tenemos en cuenta la inflación ya existente para esa época del año, la pérdida en términos reales que vendría teniendo un inversor de acciones argentinas era considerable.



 

Muchos inversores, o por lo menos aquellos más principiantes, hubiesen caído en la situación clásica de comparar en ese momento de pérdida, lo que hubiesen ganado en caso de haber optado por otra alternativa. Y ahí aparecen esos famosos pensamientos del tipo “para qué compré acciones, lo hubiera metido en plazo fijo y ganaba más”. Las trampas mentales atormentarían a los novatos inversores haciendo que quizás tomen apresuradas decisiones.

Lo que sucedió después, es que argentina vivió un rally alcista muy brusco la segunda mitad del año, que llevó sí a coronar ese numero final de 138% de rendimiento positivo. Pero ¿Cuántos de aquellos que comenzaron aguantaron hasta el final? Y ¿Qué decían esos mismos medios y redes sociales acerca de las acciones argentinas cuando los rendimientos se reflejaban en color rojo (de pérdida)?

Un análisis similar se puede hacer con el dólar, el cual casi hasta finales de 2022 no venía registrando grandes movimientos, y sin embargo los últimos meses la moneda estadounidense terminó siendo noticia en todos los medios por su rápido recorrido al alza en tan poco tiempo.

Y el caso mas representativo de esto que queremos demostrar es el plazo fijo. Cuando comenzó el año 2022, todos los bancos pagaban a los ahorristas que constituían un depósito a plazo fijo, una tasa nominal anual del 35.9%. A las claras resultaba muy por debajo de las proyecciones de inflación que ya se conocían para 2022.

Estas bajas tasas iniciales son las que terminan haciendo que el rendimiento de enero a diciembre de este instrumento acabe muy por debajo de la inflación, resultando ser a priori una idea a descartar. Pero acá viene lo que queremos destacar. Desde hace un tiempo el BCRA elevó las tasas de interés de todos los bancos al 75% nominal anual. Esta tasa se traduce en una tasa efectiva del 108% si uno capitaliza todos los meses el interés ganado sin hacer retiro alguno. Este nuevo número, con el que finalizó el 2022 y en la actualidad se mantiene, no dista tanto de la inflación del mismo período (de hecho la medición oficial indicó una inflación 2022 en torno al 95%).

Lo que queremos explicar en este artículo es que poco nos aporta la información “histórica” de los rendimientos de enero a diciembre de cualquier inversión. Lo que todo inversor debe priorizar es el timming de entrada a cada activo, y para ello será fundamental evaluar el momento, la coyuntura, y las variables de cada instrumento en el momento en que se decide invertir.

A modo de ejemplo, en un artículo anterior hablamos de que para un nivel de riesgo muy bajo como el que se corre con un plazo fijo, una tasa nominal del 75% no es para nada despreciable PARA ESTE MOMENTO EN PARTICULAR. PARA ESTA COYUNTURA.

Veamos un último caso, muy de moda por estos días, los bonos soberanos en dólares (AL30d).

Si observamos el gráfico a continuación, quien haya comprado por ejemplo el bono AL30d en enero 2022, y lo hubiese mantenido y vendido en diciembre de ese año, hubiese registrado una pérdida del 21% en dólares. Si en cambio, ese mismo bono lo compraba en octubre de 2022, en solo dos meses la ganancia que hubiese obtenido sería del 32%, también en dólares. La importancia del timming de entrada más que del activo en sí, ¿no?



 

El foco puesto en los objetivos

Lo que todo inversor debe tener presente al momento de invertir es el objetivo que se persigue. Los objetivos deben estar bien definidos y se los debe recordar en todo momento para no perder el foco, distraernos, ni dejarse tentar por inversiones que parecieran ser atractivas pero no se adaptan al propósito buscado.

Si se tiene un objetivo de corto plazo (menor a un año), convendrá aprovechar la coyuntura de altas tasas y bajo riesgo, que nos de una seguridad respecto a la meta perseguida; y no optar por inversiones arriesgadas en las que, como vimos, dependerá mucho del momento de entrada y el de salida.

Si el objetivo requerirá para su financiamiento contar con moneda extranjera, sería prudente ligar los recursos al objetivo invirtiendo en activos que aporten cobertura ante una eventual suba de dicha moneda.

Objetivos a plazos mas largos sí permiten ser cubiertos con activos que puedan tener algo mas de riesgo (controlado), intentando buscar siempre una diversificación macro (entre distintos tipos de activos), y una diversificación micro (entre distintas variantes de un mismo activo).

Lo que funcionó en el pasado no es garantía que vuelva a funcionar en el futuro. El mundo de las inversiones es muy dinámico y requiere que se analicen todas las variables, pero siempre empezando por uno mismo, es decir, los objetivos buscados con la inversión y el riesgo que se está dispuesto a tolerar.