¿Cómo hacer crecer tus ahorros este 2023?

 


Apreciar un capital es hacerlo crecer. Una definición que parece sencilla a simple vista puede complicarse cuando el crecimiento al cual nos referimos debe ser en términos reales. ¿Qué significa esto? Apreciar un capital en términos reales es que nuestros ahorros superen en forma consistente los índices de inflación. Si podemos lograr este cometido, estaremos poseyendo en el futuro un mayor poder de consumo.

Con el último dato oficial de diciembre (5.10%), cerramos un 2022 con una inflación anual del 95%.

El informe REM elaborado con una periodicidad mensual por el BCRA, estima para este 2023 una inflación muy similar a la del año que pasó.

El 2022 nos vino a preparar como inversores ante contextos inflacionarios. Este 2023 no tenemos excusas, podemos ganarle a la inflación y ya veremos cómo.

 

Perfiles

No todos los inversores son iguales. Habrán escuchado hablar de los Perfiles de Inversor (Conservador, Moderado y Agresivo). La apreciación del capital va a estar en función del perfil de cada inversor. Un inversor conservador se sentirá cómodo por lo menos empatando una inflación anual tan elevada (Recordamos que una inflación del 100% implica duplicar el capital ahorrado si por lo menos queremos empatar). Dada la baja tolerancia a riesgo de un inversor con este perfil, superar mínimamente esa tasa de inflación es ya un gran triunfo.

Un perfil más agresivo no se conformará con superar apenas la inflación, y mucho menos empatarla, sino que buscará estar varios puntos porcentuales por encima del índice de precios.

Sean del perfil que sean, será muy importante conocer los distintos instrumentos de inversión y su rol dentro de esta estrategia de proteger y apreciar un capital.

En un artículo anterior hablamos de La trampa del conservador. En él nos referimos a que cuando un inversor se considera netamente CONSERVADOR, lo que en definitiva termina haciendo es, como la misma palabra lo dice, CONSERVAR el capital. Conservar no es hacerlo crecer. Y en países donde la inflación ronda el 100% anual, ya conservar es tarea difícil.

Si lo que se busca es acrecentar el capital de modo que nuestros ahorros puedan consumir más a futuro, deberemos estar dispuestos a repartir (diversificar) los ahorros en distintos instrumentos atendiendo el contexto y las características puntuales de cada activo. Para eso les proponemos el siguiente Plan.

 

El Plan

El informe REM del BCRA dijimos estima una inflación 2023 cercana al 100%. Esta estimación de la autoridad monetaria local nos deja la sensación de que, por lo menos a corto plazo, no habría modificaciones en las tasas de interés que los bancos pagan a los ahorristas por sus depósitos. Sumamos además como motivo para no tocar los tipos de interés, la exigencia del FMI de contar con tasas reales positivas, es decir, que las tasas efectivas acaben superando al índice de inflación.

Dicho esto, mantener un porcentaje de los ahorros en plazo fijo es una buena opción. En este contexto nos inclinamos por el plazo fijo tradicional (a tasa de interés) renovable cada 30 dias con capitalización de intereses, por encima de los plazos fijos con ajuste UVA. La razón de esta elección esta fundada en que el plazo fijo tradicional nos otorga el poder de decisión sobre nuestro dinero cada 30 días, mientras que el plazo fijo UVA solo puede hacerse a 90. Pero no es la única causa, la tasa nominal anual que actualmente ofrecen los bancos es del 91%, lo que hace una tasa efectiva anual del 108%, apenas por encima de la inflación. Recordamos que la tasa efectiva del 138% es la que se obtiene de renovar todos los meses el plazo fijo más los intereses ganados, haciendo lo que se llama interés compuesto.

Los plazos fijos UVA sólo permiten esta capitalización de intereses cada 90 días, lo que hace que al final de un período de un año, y de mantenerse las tasas en los valores actuales, no existan diferencias entre ambos. Por lo tanto, si no esperamos diferencias, siempre optaremos por la alternativa más líquida, el plazo fijo tradicional.

Hasta aquí entonces, buscamos protegernos de la inflación y hasta superarla mínimamente casi sin riesgo.

 

Otro porcentaje de nuestro capital debería ir a cubrir otro de los eventos nocivos para los ahorros: El Dólar.

Si bien 2022 no fue un año en el que el dólar se haya apreciado por encima de otros instrumentos, sabemos que en nuestro país la moneda estadounidense siempre tiene una tendencia alcista, y que además presenta tres características que debemos buscar:

-        Reserva de valor

-        Liquidez

-        Vinculación a determinados objetivos. Muchas veces perseguimos objetivos que están valuados en dólares o necesitaremos de esa moneda para alcanzarlos (como un viaje al exterior por ejemplo). Si tenemos un objetivo que persigue al dólar, necesariamente deberemos tener los recursos que vayan a financiarlo en esa moneda, y así evitar sobresaltos o sustos que nos pueda dar una subida brusca del tipo de cambio.

La manera más simple de dolarizar cartera es a través del Dólar MEP. Recordamos que es una operatoria muy sencilla, legal y sin cepo. Aquellos ahorristas que tengan todo su capital en pesos, en plazo fijo por ejemplo, podrían optar por dolarizar una parte haciendo Dólar MEP y de esa manera se estaría diversificando el portafolio.

Hasta aquí vimos las dos alternativas más conservadoras, pensando en aquellos perfiles que prefieren dormir tranquilos por las noches, sin exponerse a riesgos, pero buscando no perder ante la inflación y el dólar.

Para acrecentar el capital se deberá buscar otras opciones con un poco de riesgo controlado.

Para este objetivo, y dado el contexto actual, optamos por dos ideas diferentes:

-        Mercado extranjero (Renta Variable)

-        Mercado local (Renta Fija y Renta Variable)

El porcentaje a colocar en renta variable extranjera debería buscar aquellas compañías de primer nivel que cotizan en EEUU, pero pueden adquirirse desde Argentina, y que hayan sufrido fuertes caídas en sus cotizaciones en este 2022 producto de la inflación global y suba de tasas a nivel mundial. En este sentido, creemos que el sector tecnológico fue el más afectado por las variables mencionadas, pudiendo empezar a dar buenos precios de entrada en caso de que comience a controlarse, como se espera, la inflación en Estados Unidos.

A la renta variable extranjera puede accederse en pesos desde Argentina vía Cedears, con montos mínimos muy bajos, sabiendo que en todo momento se trata de una inversión ligada a la evolución del dólar lo que aporta una cobertura más.

Por último, asignar un porcentaje al mercado local que puede estar repartido entre renta fija y renta variable. Al mencionar renta fija hablamos de títulos de deuda pública y privada. En cuando a la deuda pública optamos por los bonos soberanos que se pueden adquirir en pesos para luego salir en dólar (los mismos bonos utilizados para hacer dólar MEP pero en este caso mantenerlos esperando una suba en las cotizaciones). Respecto a la deuda privada, hay distintas Obligaciones Negociables que también pueden adquirirse en pesos y cobrar una interesante renta en dólares (tenemos un artículo anterior sobre ON que recomendamos repasar).

La renta variable local si bien tuvo una buena performance este 2022, seguimos viendo potencial y recorrido en sus cotizaciones para este 2023. Hay empresas locales cotizando aun por debajo de su valor contable. Recomendamos echar un vistazo a las empresas exportadoras principalmente, que son aquellas que podrían beneficiarse de una eventual devaluación en 2023.

A diferencia del plano internacional en el que vemos fundamento para este año que acaba de comenzar, en donde se esta logrando lentamente controlar la inflación y hay confianza general en que ello suceda. En el plano local la apuesta pasa más por los bajos precios a los cuales cotizan la renta fija y variable, y no tanto por fundamentos.

 

Por último

Hablamos de Plazo Fijo tradicional, Dólar, Cedears, Bonos Públicos y Privados. Si somos capaces de distribuir nuestro capital entre estos activos estaremos alcanzando una sana diversificación macro que perseguirá los objetivos de mantener y apreciar el capital.

A lo largo del artículo hablamos de porcentajes sin precisar un numero a cada uno. Esto se debe a que los porcentajes a asignar van a estar en función del perfil de cada inversor, como así también al plazo por el cual se mantendrán invertidos. Merece la pena recordar que aquellos objetivos de corto plazo deberán ser cubiertos con activos conservadores, que no pongan en riesgo su consecución. Si en cambio, no tenemos urgencias, la apreciación del capital se puede buscar con una variedad de activos como la propuesta.

Tener todo ese abanico de inversiones no conlleva tener un gran capital. Los montos mínimos de cada uno de estos activos son tan bajos que permiten diversificar aun con muy pocos ahorros.

Como decimos siempre, a invertir se aprende invirtiendo. Nada de simuladores que nada tienen que ver con la realidad y nuestras reacciones ante las volatilidades del mercado. Este 2023 tiene que ser el año en el que tomemos las riendas de nuestras finanzas y comencemos de una vez por todas este camino de ahorrista a inversor que nos lleva a alcanzar nuestros propósitos.

Para profundizar sobre el artículo o si necesitan ayuda, no duden en contactarnos. Los Planes estratégicos de inversión tienen la característica de ser dinámicos por lo que necesitan ser evaluados periódicamente y ser contrastados contra el contexto y el mercado.

El Plan ya te lo contamos, ¿Empezamos?