Microinversiones
Los que somos del interior
seguramente escuchamos decir alguna vez: “De a uno come la gallina, y
engorda”. El dicho hace referencia a que aunque algunas cosas se hagan muy
de a poco, mantener ese hábito en el tiempo lleva a alcanzar los objetivos.
¡Lento pero seguro!
Con los jóvenes y las finanzas
pasa algo parecido que con las gallinas. ¿Te imaginas construir tu futuro
financiero partiendo de pequeños hábitos diarios?
Hoy te voy a hablar de las MICROINVERSIONES. Las microinversiones se basan en la idea de invertir pequeñas cantidades de dinero de forma regular. La clave no es disponer de una gran suma de dinero sino justamente lo contrario, se trata de desarrollar el hábito de invertir lo que antes te parecía insignificante.
Comenzar con las microinversiones
requiere hacerse un autoexamen de lo que hacemos cotidianamente, sin mentirnos, Y si creemos que nos va a ayudar, podemos anotar cada uno de los gastos que
hacemos a diario: Ese alfajor que te compras camino a la facultad o al trabajo,
ese café que te tomas en el centro, esa suscripción que al final terminas no
usando, etc., todas esas salidas de recursos de tu bolsillo pueden ser
analizadas y ver si se pueden suprimir o achicar. Y por otro lado están los
vueltos. Muchas veces al vuelto recibido de algún pago le damos un tratamiento
de “sobrante que no sirve para nada”. Ahora que conoces el concepto de las
microinversiones, tenes que saber que todo suma, hasta el número más
insignificante aporta a la causa.
Si lo crees necesario como te dije podés
anotar cada uno de tus gastos, bajarte alguna app de finanzas personales o elaborar
un presupuesto personal. Claro que todo esto lleva tiempo y lo tenes que hacer
a conciencia, por eso creo que mucho más importante que anotar los gastos, pasa
por afirmar la idea de que hasta el monto más pequeño puede ser invertido. Lo
que estaremos haciendo es construir un hábito que con el tiempo va a dar sus
frutos.
Es importante buscar un lugar
en donde poner todos esos sobrantes y esos gastos que vas a suprimir o achicar.
En Argentina hay cada vez más plataformas que ayudan a esto, desde billeteras
virtuales remuneradas hasta sociedades de bolsa que ya pueden ser utilizadas
por menores de 13 años en adelante (de 13 a 17 con un adulto responsable que
autorice).
Y el hábito comienza así: Cada vuelto, cada gasto reducido o eliminado, ese dinero que se ahorró lo debemos mandar a la cuenta de inversión que va a hacer las veces de alcancía (pero con rendimiento). Es así que si dejamos de comprarnos un alfajor todos los días (notarán que cito mucho este ejemplo porque claramente me identifica), el valor de ese alfajor lo giraremos cada día a nuestra cuenta para invertir. Y si (como a mi) te cuesta eliminar ese alfajor diario, se puede reducir. En lugar de 5 alfajores a la semana podrán ser 2 y el valor de los 3 que dejaremos de gastar lo sumamos a la cuenta. Y es importante también girar de manera inmediata esos fondos a la cuenta de inversión y no dejarlos para después, porque ese "después" puede ser un "nunca".
De esa manera con todo. Es
importante entender que es el hábito acá lo importante y no la suma de dinero,
es por eso que por más pequeña que sea la suma, igual debemos girarla y que se
acumule con el resto de la cuenta de inversión.
Algún día recibiremos alguna paga extra o un ingreso que no tenemos en cuenta, y también se sumará a la cuenta. Incluso si comenzas a trabajar, lo primero que debes hacer al recibir la paga mensual es apartar un porcentaje de ese ingreso y pagarte a vos mismo primero en esa cuenta destinada a invertir. Si ya tenes formado el hábito, cuando el ingreso sea más grande te vas a beneficiar cada vez más.
Aunque la palabra
microinversiones te pueda parecer nueva, la filosofía de invertir a largo plazo
y con constancia entendiendo a la inversión como un hábito, es compartida por
inversores de renombre.
Warren Buffett ha enfatizado la importancia de mantener una visión de largo plazo, siendo regular, con decisiones consistentes, fundadas, pero sobre todo con mucha paciencia. Reinvirtiendo todo lo que las inversiones vayan generando para así beneficiarse del interés compuesto. Se trata de hacer un efecto bola de nieve que de a poco vaya tomando volumen y aceleración, y cuando menos te lo imagines habrás formado un interesante capital. Ni más ni menos que generar un HÁBITO INVERSOR.
Benjamin Graham, el
mentor de Buffett y autor del clásico libro El inversor inteligente, explica
que el éxito de toda inversión se basa en la disciplina, por más que se trate
de cantidades pequeñas. La estrategia de inversión que desarrolla en su libro
se trata justamente de eso, de invertir de a pequeñas cantidades en forma
regular y no un capital todo de una vez.
Richard Thaler es
otro que habla del tema sin nombrar las microinversiones. En su obra Un pequeño
empujón, Thaler nos muestra cómo pequeños “empujones” en el comportamiento
pueden generar grandes cambios. Adoptar el hábito de invertir de manera regular
y sin mirar el monto, es en sí un empujón que nos impulsa a un futuro
financiero sólido.
La Psicología Detrás de las
Microinversiones
Un aspecto fundamental de las
microinversiones es la disciplina y el autocontrol. Aquí es donde la psicología
financiera juega un rol clave. El famoso Experimento del Test de los
Malvaviscos realizado por Walter Mischel demostró que la capacidad de retrasar
la gratificación (esperar una recompensa mayor en el futuro en lugar de optar
por una recompensa inmediata) se asocia con mejores resultados en la vida,
incluida la gestión del dinero.
Este experimento resalta la
importancia de la paciencia y de hacer sacrificios a corto plazo para ganar a
largo plazo, un concepto central en el mundo de las microinversiones.
Para quienes no conocen de qué se
trata el experimento se los dejamos como tarea para el hogar buscar en qué
consistió. No quiero extenderme demasiado con el artículo.
Para terminar
Las microinversiones no requieren
grandes sumas iniciales, sino compromiso, disciplina y una actitud de
crecimiento. Al evitar gastos innecesarios y redirigir ese dinero a inversiones
pequeñas, podés empezar a construir un futuro financiero sólido desde hoy.
Una vez direccionados esos
pequeños aportes hacia una cuenta de inversión, quedará luego el paso de
conocer las distintas alternativas que hoy ofrece el mercado para poner a
trabajar ese ahorro. Leer sobre estos temas financieros es también una
inversión y quizás la inversión más importante, la que haces en vos mismo.
Empezá cuanto antes a hacer como
la gallina, aunque en este caso no es la idea que engordes vos sino tu cuenta
de inversión.