Cómo entender los Bonos
Hoy te voy a explicar, mediante un
ejemplo, la estrategia para operar instrumentos de renta fija: Títulos
Públicos (Bonos emitidos por el Estado) y Obligaciones Negociables
(Bonos emitidos por empresas). Vas a aprender qué tenes que mirar antes de
invertir y dónde podés buscar esa información.
Pero antes de empezar, dejame
recordarte las tres características principales que tienen estos instrumentos:
-
Certeza. Ya que de antemano contamos con
toda la información respecto de rentabilidad, plazo, forma de pago y moneda. A
diferencia de la renta variable en que carecemos de todos esos datos antes de
comprar
-
Rol como inversores. Al
comprar renta fija nos convertimos en acreedores, del Estado si compramos un
bono, o de una empresa si adquirimos una ON. En la renta variable en cambio, al
comprar acciones nos convertimos en accionistas (dueños) de la empresa elegida.
-
Variable de ajuste. Hay bonos que pagan
una tasa de interés, otros que ajustan su capital por inflación, otros por tipo
de cambio, y hay también los que devuelven dólares aunque los compres en pesos.
Ahora sí, vamos con el ejemplo.
Supongamos que voy a al banco y
constituyo un Plazo Fijo por $1.000.000.- a 30 días. La tasa que me ofrece el
banco es del 37% anual y como se trata de un instrumento de renta fija, el cual
nos proporciona certeza, sabemos todos los datos de antemano: $1.000.000.-
puesto 30 días a la tasa del 37% nos da un interés de $30.410,96, por lo que al
vencimiento cobraremos el monto total de $1.030.410,96.-
Capital: $1.000.000
Interés: $30.410,96
Monto Final: $1.030.410,96
Plazo: 30 días
Tasa: 37% TNA
A esa tasa del 37% que figura en
mi certificado de Plazo Fijo vamos a llamarle TASA DE CUPÓN,
porque es la que esta escrita en ese “cupón”, “ticket”, o “certificado” como
quieras llamarle.
Hasta acá los datos. Pero la
historia continúa.
Resulta que pasan 15 días desde
que hice el Plazo Fijo en el banco, es decir, iba por la mitad del recorrido de
mi inversión, cuando me disponía plácidamente a desayunar en mi casa leyendo el
diario (si, soy de los que todavía lee el diario en papel).
En un momento de la lectura
encuentro la noticia que no quería leer: “El Banco NN enfrenta serios
problemas de liquidez y analiza irse del país”. Como bien estarás
imaginando, ese Banco NN es el que tiene mi Plazo Fijo.
Faltan todavía 15 días para el
vencimiento, y las dudas de lo que pueda pasar con el banco me tienen muy
nervioso por lo que decido tratar de vender mi Plazo Fijo a alguien que esté
dispuesto a esperar esos restantes 15 días que faltan para cobrar. Lo llamo a
mi amigo Juan y le digo: “Te vendo mi Plazo Fijo, faltan solo 15 días para
su vencimiento en donde vas a cobrar $1.030.410,96. Pero como ya pasaron 15
días, vos me tenes que dar $1.015.205,48 ya que la mitad del total de los
intereses que ya devengaron me corresponden a mí”. Gráficamente la
situación sería así:
$ 1.000.000,00 |
$ 1.015.205,48 |
$ 1.030.410,96 |
||||
|
|
|
|
|
|
|
|
15 días |
|
15 días |
|
“No, gracias”, responde
Juan y con total razón. Él también tenía conocimiento del riesgo que existía
alrededor de ese banco y no estaba dispuesto a asumirlo. Entendiendo su
posición, y con el miedo que cada vez me invadía más, decidí mejorarle la
oferta a Juan bajándole el precio a mi plazo fijo: “Está bien. Te lo vendo por $1.000.000.-, lo mismo que puse”.
A lo que Juan accedió y se llevó el certificado de Plazo Fijo y me entregó el
millón de pesos.
Analicemos la situación:
¿Qué pasó conmigo? Yo
tenía un certificado de Plazo Fijo que tenía una tasa de interés escrita (TASA
DE CUPÓN) que decía que me iba a pagar un 37% por mi inversión, pero
¿Cuánto terminé cobrando finalmente? Puse un millón, y a los 15 días recibí un
millón. Mi rendimiento real fue 0 (cero), dicho de otro modo, mi TASA
INTERNA DE RETORNO -TIR- fue cero*.
Esa TASA DE CUPÓN
que decía que iba a ganar un 37% no fue real porque no esperé mi inversión
hasta la fecha de vencimiento. Como lo vendí antes por el riesgo que existía
alrededor de esa inversión, me expuse al resultado de una negociación que en
este caso me hizo salir hecho, con lo mismo que puse.
Veamos ahora la situación de
Juan. Juan es quien tiene ahora el certificado con la TASA DE CUPÓN del 37%
escrita. Por ese certificado pagó $1.000.0000 y en 15 días (y no 30) va a
recibir la suma total de $1.030.410,96.- Si hacemos la cuenta, ese interés
total que gana en solo 15 días representa un 74% de interés anual. Dicho de
otro modo, la TASA INTERNA DE RETORNO -TIR- que termina obteniendo Juan es
del 74%, el doble de lo que tenía escrito en el cupón.
Esta historia lo que nos viene a enseñar es la importancia del concepto de la TASA INTERNA DE RETORNO -TIR- en los instrumentos de renta fija. Por más que el instrumento tenga una TASA DE CUPON escrita, el verdadero rendimiento vendrá dado por la TIR y el ejemplo que te conté lo demuestra. De ahí la importancia de conocer este dato al momento de comprar un bono.
Lo otro que aprendemos con esta
historia es la importancia de mantener los instrumentos de renta fija hasta
su vencimiento. Solo si mantenemos la inversión hasta el final vamos a
obtener el rendimiento que nos dice la TIR, si lo vendemos antes de tiempo
estaremos expuestos al precio de negociación que consiga en el mercado. En el
ejemplo, Juan obtiene una muy buena rentabilidad porque mantiene el Plazo Fijo
hasta su vencimiento. Si faltando unos días para vencer hubiese decidido
venderlo al igual que hice yo, sería Juan quien ahora ocupe mi lugar y quizás
tenga que resignar mucho dinero para poder venderlo y ya la TIR no sería la
misma.
Lo importante de esto es que el
dato de la TIR es algo conocido también de antemano. Todos los instrumentos de
renta fija (Bonos y Obligaciones Negociables) tienen sus TIR publicadas diariamente en
distintas páginas web de acceso gratuito (www.iamc.com.ar
es una de ellas por ejemplo). De ahí podemos sacar el dato de la TIR de cada
instrumento que, si lo compramos ese día y lo mantenemos hasta el vencimiento,
será la tasa que efectivamente vamos a ganar.
Pero atención, como vimos también
en el ejemplo, la TIR solo se cumple efectivamente si mantenemos la inversión
hasta el final. Es por eso que antes de elegir el bono o la ON a comprar,
debemos prestar especial atención a la fecha de vencimiento ya que vamos a
tener que esperar hasta ese día para cobrar nuestra inversión. Si la fecha de
vencimiento nos viene bien, recién ahí pasamos a mirar la TIR, y si el
rendimiento de la TIR nos parece atractivo, entonces hagamos clic y compremos.
El dato de la TIR nos habla mucho
del riesgo asociado que tiene la inversión. Los bonos en dólares en Argentina
llegaron en un momento (y no hace tanto) a pagar de TIR un 40% cuando la TASA
DE CUPON que figuraba escrita era de solo el 0,75%. Si, así como lees. Un bono
que tenia escrito que te iba a pagar anualmente un 0,75% te terminaba pagando
efectivamente un 40%. ¿Por qué? Por el riesgo asociado. Argentina tiene una
historia no muy buena respecto del cumplimiento de su deuda en dólares: Canje,
Megacanje, Default, Reperfilamiento, entre otras, son palabras que se usaron a
lo largo del tiempo para incumplir nuestras obligaciones. Ese (mal) historial
hace que un bono argentino se vea como el Banco NN de nuestro ejemplo.
A más riesgo, más TIR. Por eso no hay que sólo dejarse tentar por el número, y analizar qué tan buen pagador es el emisor de ese bono u ON.
No todo es riesgo. También hay instrumentos de renta fija que son a corto plazo y compiten directamente con el tradicional plazo fijo. Se trata de las Letras Capitalizables (Lecaps). Mismo análisis: Mirar antes que nada el vencimiento y luego la TIR. En la misma página sobre bonos que te contamos antes las vas a encontrar.
Así que ya sabes, en muchas
páginas de bonos vas a encontrar un montón de datos que seguramente te van a
marear. Lo primero que tenes que recordar es que la mejor estrategia para
operar con renta fija es esperar hasta el vencimiento. Y si el vencimiento nos
cuadra, pasaremos a buscar el dato de la TIR que es lo que efectivamente vamos
a terminar ganando de comprar ese bono y aguantarlo hasta el final. Vencimiento y TIR son los datos a mirar.
Y si no podés esperarlo hasta el vencimiento,
espero tengas un amigo como Juan dispuesto a comprar tu inversión.
·
(técnicamente
sería una TIR negativa porque no es lo mismo un millón hoy que un millón en
quince días, pero queremos que entiendas la idea).