Invertí tu manera de apostar
Ellen Langer fue una famosa
psicóloga estadounidense que allá por los años 70 se le ocurrió hacer un
experimento al que le llamó: La ilusión del control.
Langer citó a varias personas a
las que les daba boletos para un sorteo de lotería. A un grupo les permitía
elegir su propio boleto de entre muchos, mientras que a otro grupo les daba ella
un boleto al azar.
Días después, Langer llamó a cada
uno de los participantes pidiéndoles recomprarles los boletos de lotería que
les había dado y se encontró con la siguiente situación: aquellos que habían
elegido su propio boleto exigían mucho más dinero para venderlo que los que no
lo habían elegido. A pesar de que ambos boletos tenían las mismas
probabilidades de ganar, el simple hecho de haber elegido el propio boleto les
hacía creer que tenían más control sobre el resultado.
Este fenómeno explica cómo las
personas creen que tienen más control sobre eventos aleatorios de lo que
realmente tienen. Y es un comportamiento que surge muy a menudo en el
mundo de las apuestas online. Cuando apostás, especialmente en juegos donde
vos elegís el número, el equipo, el jugador o el caballo ganador, te parece que
tenes más control sobre el resultado. Sentis una mayor confianza. Pero, en
realidad, todo está regido por el azar. Y acá viene la primera gran diferencia
con la inversión.
Apostar es un juego de azar,
invertir es una estrategia. La ilusión de control es peligrosa cuando se
trata de apostar porque te puede hacer creer que “tenés la mano ganadora”,
“que las probabilidades están a tu favor”, o que “ahora sí seguro te
toca ganar”. Pero no importa qué tanto creas en tu elección, los juegos de
azar no dependen de vos.
Entiendo que pienses que no es
todo azar porque te ha tocado ganar varias veces y lo bien que eso se siente. Confias
en tus capacidades de elección, conoces bien las variables del juego, y eso te
puede llevar a buenos resultados. Pero dejame contarte otros experimentos, te
prometo que son los últimos, acompañame en la lectura.
El psicólogo B.F Skinner dice que
las recompensas intermitentes, esas que no siempre llegan pero lo hacen de vez
en cuando, son las que más enganchan a las personas, y para ejemplificarlo de
manera clara hizo un experimento con palomas para demostrar su idea:
Skinner entrenó palomas para
apretar un botón en un compartimento que liberaba comida. Siempre que tocaran
ese botón, la puerta se abriría liberando comida. Pero tiempo después alteró el
compartimento, haciendo que no siempre que se tocara el botón la puerta se
abriera sino que la recompensa iba a salir de manera impredecible. ¿Cómo
terminó la historia? Cuando el premio iba a salir de manera aleatoria, las
palomas apretaban con mucha más frecuencia el botón que cuando sabían que
siempre iba a salir comida. Las apuestas online funcionan exactamente igual sin
que te des cuenta, nunca sabes cuándo va a llegar el premio y eso te mantiene
apostando una y otra vez, como una paloma.
Otro experimento, ahora sí con
humanos, es el llevado a cabo por el psicólogo Carl Lejuez y su equipo,
conocido como el Balloon Analogue Risk Task (BART), desarrollado en
2002.
El BART fue diseñado para
medir la toma de decisiones arriesgadas y su relación con las recompensas. En
este experimento, los participantes tenían una tarea simple: inflar un globo
virtual en la pantalla de una computadora. Cada vez que inflaban el globo,
ganaban una pequeña cantidad de dinero. Podían seguir inflando el globo tanto
como quisieran, pero había un riesgo: en cualquier momento, el globo podía
explotar, y si eso ocurría, perdían todo el dinero acumulado. Para inflar el
globo debian presionar una tecla, cada inflado añadía una pequeña suma de
dinero (U$S 0,10), y por supuesto la probabilidad de que el globo explote
aumentaba con cada inflado. La clave era que los participantes no sabían
cuántos inflados se necesitaban para la explosión, por lo que la “zona segura”
no estaba claramente definida. Los participantes podían decidir en cualquier
momento dejar de inflar el globo y "cobrar" el dinero que habían
acumulado hasta ese punto, llevándoselo sin riesgo de perderlo.
Lo que Lejuez y su equipo
encontraron fue que la mayoría de los participantes optaban por seguir
inflando los globos más allá de lo que sería prudente, mostrando una fuerte
inclinación hacia la toma de riesgos cuando había una posibilidad de ganar más
dinero, aunque fuera pequeña. Incluso cuando los globos explotaban varias
veces, los participantes seguían tomando decisiones arriesgadas, evidenciando
una tendencia natural a arriesgar más para obtener mayores recompensas.
El BART refleja fielmente cómo
las recompensas intermitentes afectan la toma de decisiones en las apuestas
online. Aun cuando los participantes saben que se puede perder todo en
cualquier momento, siguen arriesgando para ganar más, como si la recompensa
actuara como un refuerzo para continuar jugando, ignorando el riesgo de perderlo
todo. Y en este último punto hay una marcada diferencia entre las apuestas y la
inversión: En el mundo de las apuestas siempre esta presente el riesgo de la
pérdida total, de quedar sin nada. Riesgo que no está presente en las
inversiones.
En las inversiones, las
decisiones no dependen del azar o de una puerta que libere comida de manera
aleatoria. Si bien existe riesgo en los mercados financieros, el riesgo se
puede calcular y reducir a través del análisis, la diversificación y la
estrategia adoptada. Los inversores exitosos, a diferencia de los apostadores
compulsivos, no buscarían inflar el globo hasta el límite, sino que tomarían
decisiones basadas en datos y en el largo plazo, evitando riesgos innecesarios.
Para terminar
El BART de Carl Lejuez nos enseña
que el deseo de obtener mayores recompensas puede llevarnos a asumir riesgos
irracionales. En las apuestas, este deseo se ve aumentado por las recompensas
intermitentes, lo que crea un ciclo de toma de decisiones riesgosas. Sin
embargo, las inversiones bien planificadas permiten gestionar el riesgo,
incluso usarlo a tu favor, y obtener ganancias sin depender del azar ni de la
suerte, algo que es esencial para construir una base financiera sólida a largo
plazo.
Apostar te puede resultar
emocionante y divertido, pero al final del día no será más que un juego de azar
en el que sólo estarás probando tu suerte y no tu capacidad. Invertir te da la
oportunidad de tomar el control de tus decisiones y ser el responsable de tu
futuro financiero.
Como nos gusta decir a nosotros: apostar
es como jugar un partido, lo puede ganar cualquiera y hasta podés disfrutar de
una buena racha. Pero Invertir es ir por el campeonato, y ahí vos sos el DT que
toma las decisiones.
Paloma o DT, la decisión está en
vos.