Estacionalidad del mercado

 

La definición de estacionalidad dice: Relación de dependencia con respecto a un periodo de tiempo concreto; por ejemplo, con una estación del año.

Nuestra propuesta para hoy es presentarte la relación que existe entre el mercado de valores y los distintos meses del año. ¿Para qué? Para que puedas identificar cuáles pueden ser los mejores y peores meses del año para tus inversiones en la bolsa.

Exploraremos para ello el rendimiento promedio del SP500 en los últimos 50 años, un periodo largo para que las conclusiones que podamos sacar tengan suficiente respaldo en su recorrido.

Sin más preámbulo vamos directamente al cuadro con los rendimientos mensuales:

 

Mes

Rendimiento promedio mensual del SP500 en 50 años (%)

Enero

0.97

Febrero

0.12

Marzo

1.15

Abril

1.48

Mayo

0.26

Junio

0.09

Julio

0.96

Agosto

0.67

Septiembre

-0.70

Octubre

0.76

Noviembre

1.49

Diciembre

1.32

 

Intentemos describir qué suele caracterizar a cada mes del año, siempre refiriéndonos en términos bursátiles:

Enero: Hay quienes le llaman "efecto enero" al fenómeno que suele darse cuando los inversores recompran acciones tras venderlas en diciembre por razones fiscales. Esto sumado a algo de optimismo generalizado por el comienzo de un nuevo año suele hacer de enero, un mes positivo para la bolsa.

Febrero: Es un mes relativamente tranquilo con un rendimiento promedio modesto. Suele ser un mes de espera, ya que los inversores están atentos a los resultados financieros del cuarto trimestre. Un mes corto que pasa sin pena ni gloria por lo general.

Marzo: Los informes de ganancias del primer trimestre comienzan a fluir, proporcionando nueva información a los inversores.

Abril: Históricamente, abril ha sido uno de los meses más fuertes del año para el S&P 500. A menudo se atribuye a las declaraciones de ganancias corporativas que tienden a ser positivas y al optimismo del mercado en general.

Mayo: este mes es famoso por el dicho "Sell in May and go away" ("Vende en mayo y vete"), basado en la idea de que los mercados tienden a rendir menos quizás porque los inversores en EEUU puedan ya estar pensando en las vacaciones.

Junio: Este mes tiene un rendimiento promedio bastante plano. Los meses de verano pueden ser volátiles debido a la menor actividad de trading y a las preocupaciones sobre el desempeño económico en la segunda mitad del año.

Julio: A menudo muestra un rendimiento positivo, posiblemente debido a informes de ganancias del segundo trimestre que pueden superar las expectativas.

Agosto: Un mes de rendimiento variable, donde algunos años son buenos y otros no tanto.

Septiembre: Este mes es históricamente el peor para el S&P 500, con un rendimiento promedio negativo. Las razones no son claras, algunos analistas creen que puede tratarse de un sesgo de comportamiento en el que los inversores venden acciones al final del verano estadounidense para tener más dinero en efectivo tras el gasto mayor durante las vacaciones. La verdad es que desconocemos la causa real, pero el caso es que es un resultado que se repite muchas veces a lo largo de los años.

Octubre: A pesar de ser conocido por grandes caídas del mercado (como el colapso de 1929 y 1987), octubre tiende a ser un mes positivo en promedio. Los inversores se centran en los informes de ganancias del tercer trimestre, lo que puede traer buenas noticias.

Noviembre: Históricamente, noviembre ha sido un mes fuerte, con los inversores comenzando a posicionarse para el cierre del año. La temporada de compras navideñas y el optimismo sobre el próximo año contribuyen a un buen rendimiento.

Diciembre: Este mes tiende a ser muy fuerte y hay quienes lo llaman el "rally de Santa Claus", refiriéndose al aumento del mercado en las últimas semanas del año. El optimismo festivo y el ajuste de carteras para cerrar el año juegan un papel importante.

 

Noviembre, diciembre y abril podrían ocupar el podio de los mejores puestos del SP500, en tanto que septiembre puede ser visto históricamente como el mes que está siempre por irse al descenso en el último lugar de la tabla.

¿De qué nos pueden servir estos datos? Primero merece la pena aclarar que son datos promedio, de los últimos cincuenta años, y no habla de una generalidad absoluta. En segundo lugar vale decir que los comportamientos pasados no implican igual performance a futuro, por lo que bien podría el día de mañana cambiar el curso de la historia.

Ahora bien, realizadas las aclaraciones pertinentes, un inversor de largo plazo que realice aportes mensuales a su cartera bien podría utilizar esta información con una motivación especial. Muchas veces dijimos que un buen inversor compra todos los meses sin importar el humor del mercado, pero si miramos la historia de las últimas cinco décadas en donde septiembre suele ser un mes de rebajas seguido de varios meses de fuertes alzas, podría ser un momento propicio para reforzar aún más en caso de tener liquidez.

Si septiembre es un mes de rojos históricos, seguido de un octubre aceptable, un noviembre y diciembre que hacen podio, y un enero que no se queda atrás, quizás reforzar con un plus las compras en septiembre puede ser una buena decisión.

Veamos si los últimos dos septiembres validan este razonamiento:


En el gráfico del SP500 podemos ver que luego de un mal septiembre 2022 el mercado se recuperó al alza los meses siguientes. En septiembre 2023 vuelve a tener una fuerte caída que es recuperada, y con creces, los meses siguientes.

Se podría afirmar que los últimos dos años validan el razonamiento de incrementar las compras en el mes de septiembre.

La mejor estrategia de inversión la vimos en nuestro articulo anterior, y se basa en la compra periódica sin importar el humor del mercado. Esa estrategia se conoce con el nombre de Promedio del Costo Monetario (PCM). Ahora bien, si por alguna razón llegamos al próximo septiembre con algo más de liquidez seamos un poco más austeros en los festejos por el día de la primavera y destinemos más recursos a comprar activos durante ese mes. Nuestra cartera nos lo va a agradecer.