La dolarización y nuestros ahorros
El tema de la dolarización de la
economía argentina que tanto se está hablando últimamente puede abordarse desde
dos ópticas.
Por un lado desde una visión mas
técnica de la economía, y por otro lado desde la óptica del inversor de a pie.
Desde la perspectiva técnica,
el problema inicial de dolarizar la economía doméstica pasa por definir el tipo
de cambio de conversión. En la actualidad si uno lee los cálculos de los
distintos economistas que opinan sobre el tema, se puede ver que el tipo de
cambio al cual se podría dolarizar adquiere un rango que va desde los $2000
hasta los $10.000 por dólar.
La diferencia surge respecto de
qué es lo que se quisiera reemplazar. Si solamente se quisiera convertir a
dólar la base monetaria circulante el tipo de cambio se ubicará más cerca de
los $2.000 por dólar, en tanto que si se suman a dicha dolarización los pasivos
remunerados del BCRA dicho tipo de cambio se ubica en torno a los $10.000.
La versión del principal gestor
de la idea de dolarizar, dice que la dolarización no solo se
haría con las reservas del BCRA sino también con el ingreso de dólares del
exterior aunque no precisó quiénes lo ingresarán ni cómo. Sin dudas que se
trata de una iniciativa que como primer medida requiere de brindar mucha
confianza, algo que no venimos dando como país desde hace tiempo.
Dolarizar la economía argentina
puede verse como un problema típico de FLUJO y STOCK.
Argentina tiene problemas tanto
de flujo como de stock. Tenemos un problema de STOCK de reservas que lleva
continuamente a que los gobiernos de turno tomen medidas que tiendan a
salvaguardar los niveles de ese stock. Cada una de estas medidas no vienen
dando resultado y su efecto dura cada vez menos tiempo. Este problema de stock
tiene origen en la acumulación de déficits fiscales en el pasado y ahí entra a
jugar la variable FLUJO.
La dolarización puede buscar
resolver el problema de STOCK, pero no va a resolver el problema del FLUJO en
Argentina. Un Estado que gasta siempre por encima de sus ingresos va a tener un
problema continuo de FLUJO y el hecho de no poder emitir, cosa que se logra con
la dolarización, no le impide seguir gastando de más dado que un país como el
nuestro ha dado muestras varias de: cubrir excesos con préstamos, retrasar
pagos, hacer quitas de capital, acumular juicios, emitir cuasimonedas
provinciales, etc.
Es decir, si no atacamos de una
vez por todas el verdadero problema del FLUJO (déficit fiscal), un parche en el
STOCK (dolarización) no va a resolver nuestros problemas estructurales.
Ahora bien, como inversores de a
pie poco podemos aportar a la causa y desde nuestro humilde lugar solo nos
queda una cosa por hacer: proteger lo más posible nuestro ahorro.
Planteada esta óptica, la del
inversor, nuestra visión es la siguiente: Se llegue a dolarizar o no, la única
certeza de toda esta discusión es que hay un claro problema de stock y que el
valor del dólar oficial es irreal. Tomemos el tipo de cambio de conversión
que tomemos, incluso yéndonos al más bajo de todos los calculados, dicho valor
esta muy por encima del actual dólar oficial. Incluso si se compara con los
distintos dólares que el gobierno ha reconocido para diferentes sectores
económicos (soja, agro, malbec, qatar), el tipo de cambio oficial sigue siendo
el más rezagado.
Y si repasamos las ideas
económicas de aquellos que no concuerdan con la idea de dolarizar, sí manifiestan
en cambio la necesidad de reconocer un dólar mas real que sin dudas va a
converger hacia un valor cercano a los dólares financieros.
¿Qué opina el mercado del dólar oficial? Basta con ver los valores del dólar futuro para la segunda mitad del año para confirmar aun más que el valor actual de este dólar no lo convalida nadie.
Y ¿Qué queremos aportar con esta
visión? Que el ciudadano e inversor de a pie puede comenzar a volcar parte de
sus ahorros a activos ligados al dólar oficial y esperar las futuras medidas
económicas con una estrategia de “comprar barato algo que puede revalorizarse”
(y mucho).
Se dolarice o no, el dólar
oficial va a tener que llegar a un valor mas representativo con la realidad de
nuestro stock.
Existen hoy en Argentina algunas
alternativas para invertir nuestro ahorro en instrumentos ligados al dólar
oficial. Por un lado están los Bonos y Fondos Comunes de inversión llamados
“Dólar Linked”, es decir aquellos que ajustan su capital por el valor del Dólar
Oficial. Y por otro lado existe una manera de invertir de manera indirecta en
este Dólar rezagado y es a través de la compra de acciones de empresas
exportadoras. Aquellas empresas locales que venden al exterior gran parte de
sus productos se van a ver beneficiadas con un nuevo valor del dólar oficial.
Como accionistas de esas compañías uno puede sacar provecho de medidas como “devaluación”
o “dolarización”, en el mediano y largo plazo. Por supuesto que tiene su riesgo
asociado a la renta variable y que no es aconsejable para aquel inversor que
pueda necesitar los ahorros en el corto plazo.
En la actualidad uno puede
sumarse a ser parte de negocios como ALUAR, YPF, CRESUD, ADECOAGRO, TERNIUM,
entre otras, empresas que exportan gran parte de su producción. Y lo mejor es
que eso puede hacerse con muy poco capital en pesos y diversificando entre
distintas empresas exportadoras de diferentes sectores económicos.
Entre las alternativas de Bonos
Dólar Linked y acciones de empresas exportadoras la diferencia pasa principalmente
por el rol que preferimos asumir. Por un lado seríamos acreedores del Estado, y
por otro accionistas de empresas privadas. La decisión pasará por nuestra
confianza y por qué nos haría dormir más tranquilos.
A quienes les gusta la teoría en
las inversiones, existe una que se llama “Top – Down” o también conocida
como “Del bosque al árbol”. Esta teoría nos dice que primero debemos
abordar las cuestiones macro para conocer las oportunidades y amenazas que el
entorno nos pueda estar dando. Analizada la macro, se pasa a lo micro para
detectar aquellos sectores que podrían beneficiarse de las oportunidades
identificadas. Y por último, dentro del sector, definir las empresas con mejores
expectativas. Eso intentamos hacer con nuestro artículo de hoy, aportar una
idea de inversión a largo plazo para el inversor argentino de a pie.